La posición de las orejas determina, en gran medida, su apariencia estética. Una posición anómala de las orejas puede hacer que éstas adquieran mayor protagonismo del que debieran dentro de la estética global de la cara. En la mayor parte de los casos, el problema se debe a que las orejas se encuentran despegadas de la cabeza, lo que se conoce coloquialmente como “orejas de soplillo”, “orejas prominentes”, “orejas en asa” o más técnicamente como “hellix valgus”. Las orejas de soplillo pueden originar problemas o incomodidades en los pacientes, tanto en hombres como en mujeres. Además, los niños o adolescentes pueden sufrir problemas de adaptación social que hagan necesario un tratamiento precoz. En ocasiones, estos pacientes cubren sus orejas con el pelo en un intento de ocultar esa zona corporal que no les gusta, lo cual limita, en cierto modo, su día a día.

 

La otoplastia o cirugía de las orejas tiene como objetivo reposicionar los pabellones auriculares en una localización más natural, reduciendo el ángulo que existe entre las orejas y la cabeza. Existen diversas técnicas que se han desarrollado con el paso de los años para tal fin, cada uno de ellas con sus indicaciones, ventajas e inconvenientes. La elección de la técnica quirúrgica dependerá de la edad del paciente, de la existencia de alteraciones en la forma de la oreja, de la dureza del cartílago y de la presencia de asimetrías entre ambos pabellones auriculares. En todos los casos la cicatriz quedará escondida en la parte posterior de la oreja por lo que será prácticamente imperceptible. Estableceremos un control y unas pautas postoperatorias para que la recuperación y la vuelta a la vida social y laboral sea lo más rápida posible.