Lobuloplastia
El lóbulo auricular es una región anatómica que posee una importante carga estética en el conjunto de la oreja. El uso diario de pendientes, especialmente aquellos grandes y pesados, puede deteriorar la forma y el tamaño de los lóbulos. De esta forma y con el paso del tiempo, los orificios de los pendientes se van haciendo cada vez más grandes. Puede incluso llegar el momento en el que no sea posible utilizar pendientes debido a que la tuerca se “cuele” a través del orificio y los pendientes se caigan. Esto es lo que conocemos como lóbulo rasgado incompleto. El lóbulo rasgado completo o lóbulo bífido, hace referencia a la división completa del lóbulo de la oreja. En la mayoría de las ocasiones, el lóbulo rasgado completo se produce como consecuencia de una tracción traumática inadvertida en pacientes con un lóbulo rasgado incompleto que termina por completar la hendidura. Además, el uso continuado de pendientes pesados puede ocasionar una expansión de la piel del lóbulo que genera un lóbulo desproporcionadamente grande para el tamaño de la oreja. Un lóbulo demasiado grande y caído se asocia con envejecimiento. En otras ocasiones, los lóbulos rasgados se deben al uso continuado de dilataciones cada vez de mayor diámetro que crean un orificio de gran tamaño. Cuando las circunstancias de estos pacientes cambian y cesan en el uso de las dilataciones, el resultado es un lóbulo muy dilatado y rasgado que también puede ser corregido mediante una lobuloplastia.
La lobuloplastia o cirugía de los lóbulos auriculares permite corregir los lóbulos rasgados tanto completo como incompletos, así como reducir su tamaño. La lobuloplastia es una cirugía que se realiza con anestesia local y en régimen ambulatorio, y que proporciona un alto índice de satisfacción en los pacientes.